Los camineros son el primer eslabón y el más
importante miembro de una amplia cadena de trabajadores que día con día
permiten la comunicación entre poblaciones y regiones, facilitan el tránsito de
mercancías y personas; el intercambio de bienes y servicios, lo que se refleja
en el mejoramiento de la economía de todo un país.
La actividad del caminero reviste una gran
importancia, porque construyen y amplían las vías del bienestar, los caminos al
trabajo en dirección a la productividad. Hacen posible que México se mueva
hacia un futuro de prosperidad compartida, con más empleo, bienestar, menos
pobreza y desigualdad.
En este sentido es importante señalar que el
81% de la producción nacional circula por autopistas y carreteras del país, por
lo que resulta indispensable mejorar sustancialmente la conectividad interna y
hacia las fronteras, y esta es una tarea del caminero.
Por ello se construyen 52 nuevas autopistas
con una inversión público-privada de hasta por 184 mil millones de pesos con
una extensión de tres mil kilómetros y representan más de la mitad de las ya
existentes hasta el año 2012. A la fecha se han concluido 17 con más de mil
kilómetros y las demás siguen su proceso de construcción en tiempo y forma.
Antes, los camineros con pala y pico en mano,
trabajaban en la apertura de la red carretera en jornadas extenuantes y a
veces, en condiciones extremas por el entorno en donde se abrían los caminos,
en el desierto, en la montaña, en la ciudad, en la selva, incluso en las
playas. Hombres y mujeres que curten su piel bajo el rayo del sol, lluvias
torrenciales o fríos congelantes.
Los camineros actualmente también construyen
y modernizan 80 carreteras federales con una inversión superior a los 87 mil
millones de pesos y una longitud mayor a los cuatro mil kilómetros. Con este
esfuerzo se han concluido 45 de estas obras con más de mil 800 kilómetros.
Pero interconectar comunidades alejadas y
facilitar la salida de productos del campo a los grandes centros urbanos es de
vital importancia, ante esto, los camineros concluyeron en la actual
administración 24 mil 500 kilómetros de caminos rurales y alimentadores, la
meta es alcanzar 41 mil.
Es importante señalar que la interconexión de
caminos también implica los grandes puertos en las costas mexicanas y las
llegadas de aeronaves provenientes de otras latitudes del mundo.
Con la construcción del Nuevo Aeropuerto
Internacional de la Ciudad de México se ha emprendido la ampliación y
modernización de los once principales accesos a la zona metropolitana del
Distrito Federal, obras a cargo, por supuesto, de los nuevos camineros.
Todo este arduo trabajo del caminero que
incide en gran parte de nuestras vidas, se reflejará en el mediano plazo cuando
cristalice finalmente el propósito de consolidar a México como una Plataforma
Logística Global.
Por eso se fomenta el desarrollo logístico en
el transporte y el traslado de la producción nacional dentro y hacia el
exterior de nuestro país, así se construyen nueve ejes carreteros troncales
para alcanzar altas especificaciones a través de obras en mil 500 kilómetros
con una inversión superior a los 90 mil millones de pesos.
De estos ejes, en cinco se mueve más del 50%
del tráfico del país y comunican al centro con el norte y articulan al Golfo
con el Pacífico. Los tres restantes permiten impulsar y potenciar el desarrollo
económico y social de la región sur-sureste.
Hoy el trabajo del caminero se ha
modernizado, con nuevas herramientas y máquinas, con tecnología aplicada que
permite avanzar en la construcción de caminos a velocidades sorprendentes, con
materiales revolucionarios, prefabricados, que, como si se tratara de un
rompecabezas gigante, van colocando las piezas de una nueva carretera.
El caminero no se ha extinguido, solo
encontró nuevas formas para desarrollarse, es decir, como toda actividad
humana, ha evolucionado y continúa construyendo, ampliando y reparando caminos.
Cambiando día a día el rostro de nuestra nación.
Se ha profesionalizado, porque ahora los
caminos tienen especificaciones que responden no solo a las características de
un terreno, sino además a las características de los vehículos que corren por
ellos.
Y derivado de esta profesionalización ahora
tenemos ingenieros, técnicos especializados y junto con ellos denominaciones
como carreteras, autopistas, distribuidores viales, libramientos, ejes
troncales, que de tan bien construidos nos permiten ahorrar tiempo y transitar
con seguridad en cada una de estas vialidades.
El reconocimiento a los camineros no debiera
ser solo este 17 de octubre, debería ser todos los días, porque todos los días
nos dirigimos a alguna parte, a la escuela, al trabajo, al mercado, a la
tienda, y solo hay una forma de hacerlo, por un camino de terracería o
concreto, asfaltado tal vez, pero sí, siempre hay un camino, que lo hizo
precisamente, un caminero.
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